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 Despertar la fé en las células del cuerpo
 
El cuerpo en sí mismo la certeza de la curación, de que la enfermedad o el desorden desaparecerán con toda seguridad. Es sólo por la falsedad de la educación, del medio, como poco a poco se enseña al cuerpo que hay enfermedades irreparables, accidentes irreparables, y que es un envejecimiento lo que se produce, y todas estas historias que le arrebatan su fé y su confianza. Pero, normalmente un cuerpo normal de niño( el cuerpo, no hablo del pensamiento), el cuerpo mismo, cuando hay algo que no funciona, siente estár seguro de que funcionará. y si no es así eso quiere decir que ya ha sido falseado.
 Al cuerpo le parece normal gozar de buena salud, le parece completamente anormal que algo se desordene y que esté enfermo, y en su instinto, su instinto espontáneo, está seguro de que todo se arreglará. No es más que la falsedad del pensamiento quien le retira esto, a medida que una crece el pensamiento se falsea cada vez más, existe toda la sugestión colectiva, y entonces, poco a poco, el cuerpo pierde la confianza en sí mismo, y naturalemente perdiendo la confianza en sí mismo, pierde también esa capacidad espontánea de restablecer el equilibrio cuando éste ha sido falseado.

Porque si desde pequeño,desde la más tierna infancia, se ha comenzado a enseñarte toda clase de cosas frustantes, deprimentes, entonces este pobre cuerpo tuyo actúa dela mejor manera que puede, pero se le ha pervertido, se le ha falseado y ya no posee el sentimiento de su potencia interior, de su fuerza interior, de su poder de reacción.

Si uno se cuida de no falsearlo, el cuerpo lleva consigo el poder de la Victoria. Es sólo el mal uso que uno hace de su pensamiento y de su influencia sobre el cuerpo lo que aniquila esta certeza de la Victoria.Entonces lo primero que hay que hacer es cultivar esta certeza en lugar de destruirla, y con ella ya no es necesario un esfuerzo para aspirar, se produce simplemente un ensanchamiento, un despliege de esta certeza interior de la Victoria. El cuerpo lleva dentro de sí el sentimiento de su divinidad.
La Madre
El yoga y la Salud